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El antecedente Jaaber: de Chris Jackson a Mahmoud Abdul-Rauf

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05/02/2013 - 23:00

"Me alegro de que por fin decidiera respetar el himno nacional porque usted es el espejo para muchos niños pequeños que quiere parecérsele. Usted probablemente ha arruinado su futuro por la muestra de falta de respeto hacia su país. Debió haber respetado la bandera por todo lo que representa".

Ibrahim Jaaber, en un acto musulmán (Foto: Jeff Willhelm/The Charlotte Observer).
Ibrahim Jaaber, en un acto musulmán (Foto: Jeff Willhelm/The Charlotte Observer).
En pleno desarrollo de la Primavera árabe; en una época en la que los valores religiosos se encuentran entre la espada y la pared, resultan curiosas historias como las de Ibrahim Jaaber, ex jugador ya del Zalgiris Kaunas. Este portento surgido de la universidad de Pennsylvania, fue uno de los dominadores de la Ivy League en sus dos últimos años (2005-07). Su carrera, sin embargo, se desarrolló fuera de Estados Unidos, empezando por la liga griega (Egalea), pasando por Italia (Roma y Milano), y acabando en Lituania, donde cursaba segunda temporada con el Zalgiris. Una gran parte de los aficionados al baloncesto ya conocen a estas alturas el motivo de su renuncia. Nunca volverá a jugar en el balocesto europeo después de considerar que se ofendía su fe musulmana,el espectáculo de las cheerleaders del equipo contario (Lietkabelis) en su último encuentro y por los anuncios de bebidas alcohólicas. Jabber ha convivido con este tipo de items durante su trayectoria en Europa y resulta un tanto extraño que sea después de cinco temporadas cuando decida no hacer más concesiones. El escolta de New Jersey, nacionalizado búlgaro, se negó a jugar con su selección el Europeo del 2009 por coincidir con el Ramadán. Aquella selección búlgara estaba entrenada por Pini Gershon aunque el jugador sí disputó la clasifiación para este torneo con buenas actuaciones. Jaaber es un musulmán activo, comprometido con la difusión de su religión. Así, el pasado mes de septiembre estuvo presente en una acto musulmán en Charlotte donde llevaba una bandera americana a modo de turbante. Este encuentro islámico tuvo repercusión en la prensa local ya que un grupo de ultras católicos y anti abortistas se manifestaron en contra aunque el acto transcurrió de manera pacífica.

¿Es posible convivencia y baloncesto?

Omar Abdelkader, un estudiante de la Northeastern University de Boston y observador del mundo islámico, contaba en una entrevista en el Huffingtonpost que hay una atracción especial en los musulmanes hacia el deporte de la canasta, como la de los judíos hacia el beisbol. Para muchos musulmanes americanos, en el baloncesto amateur y profesional encuentran a héroes que toman como ejemplo de orgullo y afirmación en momentos de tensión con americanos críticos con la religión de Alá. El baloncesto profesional estadounidense ha dado más estrellas en este deporte que en cualquier otro. Desde Walt Hazzard  y Kareem Abdul-Jabbar, pasando por Jamaal Wilkes, Hakeem Olajuwon,Abdur-Rahim, el propio Shaquille O'Neal o los actuales Nazr Mohammed y Rasheed Wallace hasta la incipiente -y polémica- estrella de UCLA, Shabazz Muhammad.Larry Johnson o Jerome Kersey también fueron otros jugadores que se conviertieron al islamismo. Uno de los grandes ídolos es Hakeem Olajuwon, quien tuvo grandes actuaciones estando en ayunas en época de Ramadán. También nuestro protagonista, del que hablaremos en unas líneas. Otras asociaciones vienen derivadas del color de la piel (el 80% de los jugadores NBA son de raza negra así como el 30% de los musulmanes americanos) y la música rap, asociada también al baloncesto y con gran seguimiento por parte del colectivo jóven musulmán de los Estados Unidos.

Ibrahim Jaaber, en un torneo de baloncesto islámico en Maryland (Foto: muslim basketball).
Ibrahim Jaaber, en un torneo de baloncesto islámico en Maryland (Foto: muslim basketball).
La pasion por le baloncesto deriva en el hecho de que muchas mezquitas estadounidenses cuentan con una cancha adjunta. El propio Abdelkader indicaba que de pequeño se escapaba a lanzar unos tiros en tiempo de oración. Este interés ha ido in crescendo hasta el hecho de que en Chicago hay una liga musulmana que cuenta con cierto prestigio, la National Muslim Basketball Tournament, y que suele organizar unos cuatro torneos al año. Las oraciones son antes y después de los partidos y los equipos cuentan con un buen nivel y algunos jugadores tienen experiencia universitaria. También hay hueco para los no musulmanes. "Lo hacemos así para dar un buen ejemplo" indica  Ziad Pepic, comisionado de una de las ligas del sur de California. Estas ligas, que se extienden por los Estados Unidos, abrazan el lema de que el baloncesto ayuda a crear vínculos. "Construyendo hermandad a través del baloncesto". Así reza, por ejemplo, la seña de identidad de Parsippany, en New Jersey. A unos 30 minutos de Elizabeth, ciudad natal de Jaaber. La pasión por el baloncesto sigue viva en la comunidad musulmana a pesar de no tener actualmente un referente de primer nivel en la NBA. Las barreras, el rechazo hacia lo diferente va en descenso aunque lentamente. El atentado sobre las Twin Towers sigue presente y existe un uso manido por parte de los extremismos.

Ser musulmán activo en tiempos convulsos

El encabezamiento del texto es un extracto pertenece a una carta recibida por Mahmound Abdul-Rauf. Era de un estudiante de quinto grado de la Abrams Elementary School -un centro militar-en Fort Carson, Colorado.

Chris Jackson acaparando portadas
Chris Wallace Jackson pasó a ser Mahmoud Abdur-Rauf en1991. A partir de aquel momento era el "digno de alabanza, el misericordioso y amable". La convicción no emanó de una revelación divina. Mientras estudiaba historia en la universidad, entró en contacto con pasajes descriptivos de la esclavitud de los africanos llegados a Estados Unidos, de la lucha por los derechos humanos. Entonces empezó a preguntarse porqué su universidad ganaba mucho dinero con su juego -para muchos ha sido el mejor freshman de la historia- y él no tenía suficiente dinero para costearse una hamburguesa; cómo su madre tuvo que pagar por una entrada para verle jugar mientras no contaba con los recursos suficientes para asegurarse un plato de comida cada día. En su primer momento de gran gloria, cuando fue portada de Sports Illustrated, lejos de felicitarlo, algunos técnicos le recriminaron el haber posado con unas zapatillas Nike en vez de unas Converse, marca oficial de LSU. Su sentimiento de condena hacia la codicia humana iba creciendo. Entonces, vía Dale Brown, su entrenador, entró en contacto con la biografía de Malcom X. A partir de aquel momento empezó a encontrar un rayo de luz.Lo veremos más adelante.

Su entrada a la NBA no había sido lo espectacular que se esperaba (problemas de identidad y sobrepeso). Recordemos que Jackson era un anotador portentoso en la NCAA. Lo había sido antes en high school donde anotaba con una facilidad pasmosa y exhibía unos fundamentos únicos. Para muchos ha sido el mejor jugador en la historia del estado de Mississippi.  De haber acabado su ciclo universitario podríamos estar hablando del mejor anotador NCAA de todos los tiempos. En Louisiana State coincidió con dos gigantes. El orondo Stanley Roberts y el chico que posibloemente acaparaba más elogios desde David Robinson, Shaquille O'Neal. Sin embargo Jackson era el auténtico líder, a pesar de estar castiagado por el 'Síndrome de Tourette', un trastorno neurológico que provoca tics violentos e involuntarios. Para superar los momentos de crisis, Jackson desarrolló un enorme nivel de concentración que le llevaba al perfeccionismo. De ahí su excelente nivel desde el tiro libre (90% a lo largo de su carrera NBA con un pico del 95% en el curso 93-94). Fue su apoyo en la búsqueda de la perfección. Su cúlmen, un entreno en el instituto de Gulfport donde consiguió convertir 283 tiros libres consecutivos. Es muy recomendable la lectura de un testimonio de primera mano como el de Mike Hansen, compañero en LSU.

La esperada progresión

El habilidoso y mortífero tirador de Gulfport (Mississippi) dejó la NCAA tras finalizar su segundo año, siendo elegido por los Denver Nuggets en el draft de 1990, en tercera posición, por detrás de Derrick Coleman y Gary Payton, y adelantándose a otro portento anotador universitario, Lionel Simmons (La Salle), elegido por los Kings en la séptima posición. Tras dos primeros años de tanteo, Abdul-Rauf explotaría en su tercer curso, en el que promedió 19 puntos y 4 asistencias, obteniendo el premio al Jugador con mayor progresión. Aquella temporada era un hombre nuevo. Como habíamos indicado, en el 91 vio la necesidad de convertirse al Islam. Era un hombre rico, un reclamo para todo tipo de gente interesada. Sí, pudo comprarse una casa, tener un coche, regalarle una hogar a su madre y pagarle los estudios a uno de sus hermanos, pero no era feliz. Habló con su mujer Kim, católica, y le expresó su deseo de dar un cambio radical a su vida espiritual. Aprendió árabe, oró en las mezquitas y planeó su viaje a Irán.La pa¿Por qué le sentó bien este cambio de religión? En el Islam está la búsqueda de la perfección, al igual que en la enfermedad de Tourette. Antes de aquella temporada había visitado La Meca, como buen creyente. Allí vio gente sufrir y consideró que él no había experimentado aquel sentimiento doloroso así que tenía que repetir la peregrinación en busca de esa mejora suprema.

El #1 de los Nuggets tuvo otra temporada completa la temporada 93-94. Era el líder de un equipo con buenos mimbres. Allí estaban Reggie Williams, un extraordinario jugador salido de Georgetown y que no cuajó en los Clippers; LaPhonso Ellis, un interior cuya clase se equiparaba a la fragilidad de sus rodillas; el dominante Dikembe Mutumbo, número 4 del draft del 91 o Bryant Stith, el mayor talento surgido de Virginia desde Ralph Sampson.Llegaron a los playoffs por primera vez desde que él llegó a Denver y eliminaron en primera ronda a los Sonics de Payton y Kemp, de Shrempf y Perkins, de Gill y Pierce. En semifinales de conferencia plantaron cara a Utah Jazz (4-3) donde casi remontan un 3-0 adverso. Los 31 puntos, 14 rebotes y 6 asistencias de Karl Malone resultarían decisivos. La temporada siguiente repetirían playoffs, pero fueron liquidados por la vía rápida por los Spurs. En el curso 95-96 retornaron a la senda de la mediocridad.

El cataclismo

"No dejes que el patriotismo te maquille la realidad" (Malcom X).

El equipo no funcionaba y su entrenador Bernie Bickerstaff estaba en la picota. La estrella de los Nuggets, sin embargo, más reafirmado en su fé, vivía otro buen año anotador, con un tope de 51 puntos contra los Jazz en diciembre de 1995.

Su ralación con sus compañeros también empezó a ser más fría. No se duchaba desnudo con ellos; , exigía una habitación solo para él para poder rezar y evidentemetne, cumplió con el ayuno del Ramadán, lo que no influyó negativamente en su juego. Devía su entrenador y ex jugador, Dan Issel, que estaba encantado con su comportamiento en la cancha, pero nunca comprendió su religión ni nuevo way of life, que perjudicaba al equipo. "Me hubiera gustado que él hubiera sido un muchacho de Mississippi de religión baptista". El mensaje de Malcom X había calado hondo en él. La interpretación combativa era la que predominaba en la estrella de los Nuggets. Después de jugar quería ir a casa y leer, pero la NBA le marcaba un estricto calendario. Estaba cansado de ir a los sitidos donde le obligaba la organización, donar el dinero a las organizaciones 'oficiales' de la NBA...Estaba rompiendo con sus compañeros y ya se había quebrado el vínculo con su esposa Kim. El queía leer, leer y discutir. "¿No era capaz de entenderlo nadie?"

El choque con una de las señas de identidad de la nación americana era cada vez más evidente. A mitad de temporada anunció que ya no quería escuchar de pie el himno nacional. Hubo un círculo silencioso para tapar esta situación y se intentó disimular para que no se hiciera público este comportamiento 'antipatriótico'. Era una época convulsa, recientemente se había abortado un intento de atentado en el World Trade Center y durante aquel año se sucedieron juicios contra terroristas americanos. Era el peor momento. 

Solía evitar el himno nacional. Bien en el vestuario o bien calentando en el pasillo. Pero llegó el día en el que dio un paso adelante, tal vez equivocado, que derivó en una explosión demasiado tiempo controlada. El 10 de marzo de 1996, en el McNichol's Arena de Denver, Chris Jackson  adoptó una postura diferente a la que marca la NBA ante el himno y la bandera de las barras y estrellas. Abdul-Rauf se manifestab, postrado en el suelo, contra una bandera que, según sus creencias, "violaba los derechos humanos" y que era un símbolo de tiranía. Tras suspenderle con un sólo partido, la liga llegó a un acuerdo con el jugador. Éste estaba obligado a mantenerse en píe, pero le permitían cerrar los ojos y mirar hacia abajo. Mientras gran parte del público coreaba el 'Star Spangled-Banner', el escolta de los Nuggets solía rezar una oración. Nunca sería perdonado por aquello. No sólo los aficionados o los buenos patriotas americanos, La prensa se mostró muy dura con el jugador. Algunos medios como el Birmingham News clamaban: "él se ha mostrado irrespetuoso con la nación que le ha permitido crecer en plena libertad para enriquecerse jugando partidos". Más expeditivo fue el Chicago Tribune:"En Grecia, le hubieran apedreado". El periódico de Baton Rouge, donde está el campus de LSU, se mostraba más paternalista aunque también le daba un tirón de orejas:"Debería saber que la bandera de USA, más que cualquier otra, significa un símbolo de libertad y oportunidad. A él le ha ofrecido la posibilidad de educarse, de salir de un ambiente pobre en su natal Gulfport, consiguiendo una buena educación y convirtiéndose en multimillonario a los 25 años de edad".

(Aquella infancia dura...con una madre soltera que tuvo que sacar adelante a tres hijos de tres maridos diferentes trabajando en una cafetería de un hospital de veteranos en Biloxi...que a menudo, muy a menudo encontraba un fácil refugio en el alcohol... Algunas veces se iban a dormir sin haber cenado un triste mendrugo de pan, pero era una madre muy orgullosa que no quería la ayuda de los vecinos. Una historia miles de veces escuchada).

Fue una situación incómoda no sólo para él. Su hermano, un ex Marine, no se sentía nada cómodo apoyándole y sus amigos del pueblo no lo veían como antes. Su director académico en Gulfport, Lindy Callahan, avisaba de que mucha gente no le perdonaría aquel gesto. Encontró respaldo en algunos jugadores de la NBA, como Hakeem Olajuwon, también convertido a la fé musulmana. Abdul-Rauf no ayudó a aliviar la tensión. En una entrevista indicaba que la bandera era un símbolo de opresión y criticaba a su país por mantener la esclavitud, por posicionarse con los judíos en en el conflicto de Oriente Medio...

Refugio en el Viejo Continente y retiro oriental

Abdul-Rauf lanza ante la oposición de Chiacig (Foto: Legabasket.foto.it).El declive como jugador, antes de tiempo, coincidió con esa repulsa generalizada y con un acentuación de su enfermedad. Fue traspasado a los Kings en el 96 por Sarunas Marciulionis y en el 2001 concluiría su carrera NBA en Vancouver Grizzlies. Antes estuvo en el Fenerbahce turco donde comprobó la evolución del baloncesto europeo y también pasó un año en el dique seco por culpa de las continuas lesiones. En el 2000 intentó rehabilitar una mezquita sin éxito, ahogado en problemas burocráticos. Luego se construyó una casa de 6.600 metros cuadrados en las afueras de su pueblo natal. Iba a ser el hogar para su nueva familia (había contraído segundas nupcias), pero se sucedieron diversos actos vandálicos -con el Ku Klux Klan de por medio- así que tuvo que hacer las maletas en el 2001. Tocaba salvaguardar la integridad de su familia.

Su físico ya no estaba hecho para la NBA así que optó por hace las 'Europas'. Jugó en el Ural Great ruso con el que ganó un título de Copa y se convirtió en 'Il Califfo de Roseto', en el entonces llamado Sedima Roseto. Aún tuvo fuerzas para jugar en la Euroleague con el Aris Salonica, el equipo que vio crecer y consagrase a otro portentoso anotador, Nicos Gallis. Sus últimos años le llevaron a disputar las exótica ligas de Arabia Saduí (Al-Ittihad) y Japón (Kyoto Hannaryz), bajo las órdenes del ex ACB, David Benoit. Su relación con el baloncesto profesional concluiría en el país nipón, en el 2011.

Mientras que Abdul-Rauf combinó militancia religiosa -aunque de manera convulsa- con la práctica del baloncesto, Ibrahim Jaaber ha optado por una opción mucho más radical, que le ha obligado a romper con el basket profesional. En esta ocasión, una erupción pacífica a un conflicto interno. En el caso de Chris Jackson, una solución meditada que acabó en cataclismo


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